viernes, 10 de febrero de 2012

EL VIAJE DEL INVIERNO, de Alicia Aza

Con El viaje del invierno la poetisa madrileña Alicia Aza obtuvo el premio de poesía "Rosalía de Castro" 2011, convocado por la Casa de Galicia en Córdoba y publicado en la editorial ruteña Ánfora Nova que dirige el poeta José María Molina Caballero. Una edición muy cuidada, como todas las que publica esta editorial. Y es que realmente se nota cuando es un poeta el que está al cuidado de la edición de un libro de poesía. Ya hace algunos meses tuve la oportunidad de reseñar "El libro de los árboles", el primer libro de Alicia Aza y también publicado por la editorial Ánfora Nova.
El libro se divide en tres partes: Las rutas de los sentidos, Los ecos de la distancia y Las miradas del invierno. Tres partes que, aunque diferencias entre sí, están entretejidas por un hilo común que las engarza en un discurso sereno, melódico y reposado que convoca y habita las estaciones del tiempo (como un viaje en un tren de ida y vuelta por la memoria) y de la vida.
Destaca, en la poesía de Alicia Aza, el magnífico dominio del ritmo poético, principalmente el uso del endecasílabo, con el cual consigue que su poesía discurra con la sinuosidad de un río abriéndose paso a través de los diferentes niveles de la tierra, y del alma. Y en ese aspecto integrador entre ser humano y naturaleza cabe ubicar la poesía de Alicia, que se nutre de elementos muy significativos como son los árboles, las flores, los frutos, la tierra, el agua, los pájaros, las hormigas... En esa fusión con la naturaleza, con el cosmos, ee como se comprende la grandeza (o la insignificancia) del ser humano en un entramado complejo de fuentes creadoras.
Pero este es un viaje a través de una realidad tangible (las cosas que nos rodean y nos maravillan) y las no tangibles (el tiempo, los sueños, las emociones...) desde la perspectiva de una madurez creativa y existencial. Ese viaje donde la alegría por lo vivido y la nostalgia por lo perdido convergen para trazar la sabiduría de un verso que evoca con idéntico lirismo y pasión (a veces desbordante, a veces contenida) el camino recorrido para llegar a las puertas del jardín del invierno. Es un paisaje de escenas vividas y soñadas, de un aliento cálido que aleja a las huestes del frío verso a verso, de una realidad cercana, contada (o cantada) con una actitud vitalista ante la vida y ante el camino que resta aún por recorrer.
El libro está dedicado a la memoria de Juana Rotabitarte Cortache e, imagino que el último poema del libro (que aquí reproduzco), también.

WINTERREISE

Se cerró el firmamento de tus ojos
párpados compasivos del instante
que vela la memoria congelada.
Terminaste tu viaje del invierno
dormida bajo un cielo sin epílogo
cristal opaco de tus manos muertas.
Lo supe al escuchar la voz errante
en el mar que te quiso misteriosa
y en el camino lleno de jilgueros
posados en las ramas impacientes
de árboles que supuran horizontes.
La luna sangra con la noche estéril
el tiempo liberado de olas negras
y náufragos silentes que dormitan.
Al ver la placidez clara en tu rostro
lágrimas de colores punzan mi alma.

Alicia Aza

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