viernes, 6 de abril de 2012

DEPREDADOR, de Pilar Sanabria Cañete


Pilar Sanabria Cañete (Córdoba) es una de las poetas más originales de la poesía andaluza (y española) actual. Escribe con una entrega total, sin concesiones, sin gestos a la galería. Su poesía es valiente y decidida. No hay artificios, ni trucos, ni subterfugios. Una poesía concebida para hacer temblar columnas y, a su vez, para calar hondo en los cimientos del sentimiento humano. Afortunadamente, hoy, escribir poesía lésbica, está dentro de una normalidad aceptada por una gran mayoría (aún hay quien se escandaliza y se rasga las vestiduras); pero, más allá de los géneros, Depredador es un libro de poesía amorosa. Y así debe entenderse y quien no quiera entenderlo así que se aplique la canción de Mecano, Mujer contra mujer. Dicho esto, el libro de Pilar, Depredador, está dividido en dos partes, la que da título al libro y Disidencias. En la primera de ellas está el eje central del poemario, ese juego carnal, amatorio, lésbico que, como todo círculo amoroso, congrega certezas, dudas,`pasiones, necesidades, soledades, locura, extravío... Porque el amor nos sitúa en el centro del mundo y somos todo o nada dependiendo de la realización y confirmación de ese amor que nos vive o nos mata.
Si decía al principio que la poesía de Pilar es una de las más orginales me refería, y me refiero, al lenguaje que utiliza, al sentido que ese lenguaje adquiere en sus poemas, al enfoque y desarrollo de sus poemas. No hay conformismo en su poesía, no existe la indiferencia entre sus versos. O te atrapa o te rechaza. Y es fácil
caer en la fascinación de su poesía.Sus imágenes son sugerentes, poderosas, telúricas. Cuando lees sus poemas dices: "no había leído antes nada que se pareciese, que desprenda esta fuerza". Y ésta, entre otras, es una de las grandes virtudes de la poesía de Pilar Sanabria. Por esa razón cada nuevo libro de Pilar ha sido un hallazgo y un descubrimiento. Cada libro es un nuevo prisma de su personalidad, una nueva manera de conocer su sensibilidad poética.
En la segunda parte, Disidencias, el amor sigue siendo, aunque de un modo menos visible, el motor de los poemas. Pero allí, son otras las inquietudes que incitan al poema, son otras las razones las que desgranan los versos. La locura de la pasión da paso al razonamiento, a la comprensión de su lugar, su momento y su tiempo.
Como ejemplificación de todo lo dicho, aunque un poema no puede condensar las claves de un libro, os dejo uno de los poemas que más me ha gustado. Que lo disfrutéis.

DEPREDADOR DE TUS PIERNAS

Un arácnido se incuba en tus piermas
y asesina el esmalte del tiempo
zarpa hacia ellas con una señal de sádica sed
para que ellas se abran
como una tijera nocturna
en medio de una herida.
El arácnido hostiga su borrosa fiebre
de deseos ingrávidos e insomnios
y cava su nido
en ese escalofrío donde te insinúas,
en ese palpitante relámpago
que es la flor entregada de mi posesión.
Tus piernas perturban el idioma de mi vértigo,
son los visionarios árboles de mi madrugada,
se depositan en el cosmos más vehemente
de mis manos.
Su recorrido es un oráculo
para la llanura de mi boca.
Soy araña en tus pantorrillas fecundas,
tejo mi tela de teselas en tu talón tatuado
con una media luna de lujuria.
Y en tus muslos me aguarda
un abismo azul encaramado a la locura.

Pilar Sanabria Cañete

No hay comentarios:

Publicar un comentario