Tacones de azúcar, de la poeta onubense Yolanda Sáenz de Tejada, obtuvo el Premio sial de Poesía en su convocatoria del año 2008. En el prólogo del libro Luis García Montero afirma que "quien tiene la suerte de conocer a Yolanda disfruta la oportunidad de asistir y compartir la fuerza convicencente de una pasión, su pasión, por la poesía".
Yo debo, después de haber leído este libro, reafirmar las palabras de García Montero y, añadir (en aspectos que García Montero también apunta) que los poemas de Yolanda están escritos desde la pasión, desde una pasión amorosa que abarca desde lo físico (la pasión es tacto, contacto, roce de piel, de corazón, de labios...) hasta lo espiritual. Una pasión de amor y desamor, de certezas e incertudimbres, que va desglosando a través del libro como íntimas historias (en primera persona, a veces en tercera) que abarcan todos los estadios del amor, de la pasión, del erotismo... Poemas que nos sitúan en escenas cotidianas, con fragmentos dialogados donde al cercanía a la escena de los amantes se hace aún más palpable, más real, más auténtica. Pasión poética que viene sazonada por una cierta (aparente) ingenuidad o una inocencia real de la autora que viste los poemas de una ternura adolescente, de una dosis de originalidad verdadera, de una vitalidad devoradora. Su poesía es palabra genuina, con un aliento que ondea la bandera de la utopía y cabalga en la noche con la pasión desmedida (no puede ser de otra forma) de los amantes.
Sus poemas son pequeñas crónicas de amantes, de esos momentos necesarios para ubicar en la región de los sentimientos un "te quiero", un "te he echado de menos". Poemas donde imágenes de una fuerte emoción sorpresiva y de una enorme fuerza expresiva exploran terrenos donde la desnudez (la física, la espiritual) muestra el calado interior de los sentimientos, donde las manos recorren cada uno de los pliegues de la piel donde el amor encuentra su patria y donde los labios escriben el acento de la palabra pasión.
Dividido en cuatro apartados: La sensualidad. El amor, El erotismo y Testamento, el libro, la intención de la poeta, nos muestra la intención arrebatadora de la obra poética de esta autora que pise fuerte sobre nuestro corazón, pero con la dulzura inocente de unos tacones de azúcar.
.
.
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón, de desaliento.
.
ÁNGEL GONZÁLEZ
.
.
Mientras sigas apretando la tuerca de mi vida,
estaré viva.
.
Mientras siga bebiendo el aliento de tus días,
devorando el tiempo que me das,
amándote cuando no pienso,
estaré viva.
.
Mientras siga cabalgando tu piel inmensa
llena de mares y lágrimas,
olvidando que te odio cuan más te amo,
exagerando mis besos en muerte segura,
estaré viva.
.
Cuando deje que el tiempo sepulte tus ojos,
que mi tinta deje de nadar en tus venas,
que tus manos no me electrocuten el deseo,
estará muerto en mi vida.
.
Yolanda Sáenz de Tejada
No hay comentarios:
Publicar un comentario