Este verano, en las tardes estivales de Menorca, junto a la playa de son Xoriguer, en noches que invitan a ejercer la poesía más allá de la palabra, he leído un hermoso libro de poesía del poeta valenciano, de Puçol, Manel Alonso i Català, titulado Si em parles del desig (Si me hablas del deseo). Un libro que mereció el premio de poesía Antoni Matutano 2010-Vila d'Almassora.
Un libro que gira en torno a uno de los temas más presentes en la poesía de Manel Alonso, el erotismo, que ya viene plasmado, o evocado en la palabra deseo que aparece en el título.
El cuerpo femenino, las partes más sensuales y erógenas de ese cuerpo anhelado, deseado y necesario, es el protagonista de esos poemas que, como piezas que van cayendo tras un telón de sombras, completan o desnudan el placer y la fantasía evocadas a través del sentido (de todos los sentidos) y del recuerdo de ese instante donde dejamos de ser nosotros mismos para fundirnos en esa oleada de calor en la que respiramos la vida con el ansia de asfixiarnos de vida.
Y el poeta se detiene en las metáforas para expresar aquello que, por forzosa necesidad, por mor del lenguaje poético, en homenaje a la tradición popular, debe cubrirse de belleza y misterio. Así, los pechos son "pirámides turgentes", el sexo es "tulipanes abiertos y rosados" y el pubis " pétalos de terciopelo".
Unos poemas que tejen y destejen la línea entre el erotismo y el sexo, que ahondan en ese particular mundo interior (muchas veces inconfesable) del deseo, que encuentran la palabra justa a través del tacto, que a través del tacto (real o soñado, ¿donde se enmarca la línea del deseo?) se hacen palabra y verso.
Os dejo 2 poemas como ejemplo de la poesía de este libro de Manel Alonso.
Sobre una taula
el seu pubis de fils d'atzabeja
no pot ocultar la tellina inerme, deliqüescent
que un altre obri amb el dit solitari,
que li penja en l'arcada de les cames,
i amb trémula envestida entra
amb l'ànim de collir el dolç carroll dels plaers
que ella ha anat inventant
en unes hores tòrrides, volcàniques
amb la cadència dels seus malucs,
amb la voluptuositat de les seues paraules.
Duia peces que no ocultaven el seu cos
sinó que li subratllaven la sensualitat madura,
la seua sexualitat de pantera albina.
Sentia el seu esguard impúdic recorrent-la i les llepades febrils,
els mossos volcànics del deu desig adúlter.
No tenia voluntat d'encendre la foguera del plaer i somreia
com una bagassa tímida.
No li feia falta res més per aconseguir un instant de domini
absolut i de felicitat
i així i tot es va treure les bragues per a regalar al súbdit la flor
carnosa del seu entrecuix.
(Sobre una mesa/ su pubis de hilos de azabache/no puede ocultar la tellina inerme, delicuescente/que otro abre con dedo solitario/que le pende en el arco de las piernas/ i con trémula envestida entra/con el ánimo de coger el dulce racimo de los placeres/que ella ha inventado/en horas tórridas, volcánicas/con la cadencia de sus caderas/con la voluptuosidad de sus palabras.)
(Llevaba ropa que no ocultaba su cuerpo, si no que realzaba la sensualidad madura,/su sexualidad de pantera albina./Sentía su mirada impúdica recorriéndola y las lamidas febriles/las dentelladas volcánicas de su deseo adúltero./No tenía voluntad de encender la hoguera del placer i sonreía como una prostituta tímida/No precisaba de nada más para conseguir un instante de dominio/ y de felicidad/ y aun así, se quitó las bragas para regalarle al súbdito la flor/carnosa de su entrepierna.)
Traducción: José Luis García Herrera
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