domingo, 15 de julio de 2018

JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERA invitado al ciclo de lecturas ALIMENTANDO LLUVIAS 8.0

     Invitado por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, el pasado 14 de junio de 2018 cerré el ciclo de lecturas poéticas "Alimentando lluvias" 8.0. El ciclo lo había iniciado meses antes el poeta Guillermo Carnero, por lo que, poner el broche con la última de las lecturas del ciclo, fue para mi todo un honor. Un honor que el IAC reserva a todos los ganadores del prestigioso Premio internacional "Miguel Hernández- Comunidad Valenciana" de poesía.


     El ciclo de lecturas está coordinado y presentado por Cristina Llorens que, además de ser una excelente anfitriona, me explicó los detalles históricos y estructurales de la "Casa Bardin", sede del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Ella fue la responsable de presentarme, con precisas palabras, al público que acudió a la sala de actos para escuchar mis poemas, centrados, especialmente, en mi último libro "La semilla del óxido", premio "Miguel Hernández" de poesía. Antes de entrar de lleno en el libro premiado, leí algunos poemas de libros anteriores ("El lento abandono de la luz en la sombra", "Mar de Praga" y "Mares de hierba") para situar mi lectura en un contexto más amplio, abarcando otros temas, motivos y experiencias de mi poética. 

(Cristina Llorens, durante la presentación, y José Luis García Herrera)

     En la lectura y revisión de "La semilla del óxido" hice un recorrido por las seis partes en las que está dividido el libro. Un recorrido en el cual intenté destacar las principales claves del libro. El título del libro pretende ser una metáfora del paso del tiempo y del paso de la vida. Desde esa premisa, los poemas van abriendo diferentes ángulos y visiones de la vida, de su paso, del desgaste que conlleva, de las ilusiones perdidas, de las promesas incumplidas, de los sueños malogrados... Pero quedando, siempre, un resquicio para la esperanza, para alcanzar ese mínimo rayo de luz que nos alumbra en los márgenes inmensos de la oscuridad. 

(Cristina Llorens y José Luis García Herrera, en plena lectura)

Aquí os dejo uno de los poemas incluidos en mi lectura:

PUERTAS CERRADAS
He cerrado la puerta,
en la soledad de cuatro paredes
no hay secretos, ... 
J. M. soriano Degracia

Desde la trampilla del olvido alcanzo la senda 
que conduce hasta la puerta maciza del destierro. 
Llego hasta la puerta. Justo hasta la puerta. 
Tengo miedo de abrirla y traspasar su umbral; 
miedo de enfrentarme a mis miedos, a mis dudas, al frío... 
Conozco demasiado bien mi ciudad, mi calle, mi sombra, 
mi silencio, la pesada cruz de mi silencio... 
Escribo palabras que hurgan en mi mesa, en mis cajones, 
en mis páginas de lluvia, en mis días de lluvia... 
Mi mano se posa sobre el pomo y aprieta con firmeza, 
pero no lo giro hacia abajo ni empujo hacia fuera. 
Un gramo de valentía o una libra de descaro 
podrían cambiar la visión de mi historia y su rutina, 
podrían enseñarme otro modo de ver las cosas. 
Pero temo no saber adecuarme a los cambios. Temo 
dejar en ese trance la esencia de lo que soy, 
la cruda ausencia de lo que fui. 
Conozco mis limitaciones, mis heridas, mis derrotas... 
Mi vida es una película de sesión continua, 
un lugar anónimo donde nada ocurre,
una voz que envejece en segundo plano,
un hombre que no aparece en escena,
una huella sólida
escrita con palabras de invierno
tras las puertas cerradas.

     Creo que la lectura fue del agrado y del interés de todas las personas que nos acompañaron. Al menos, esa fue la sensación con la que me fui. Eso, y el afecto y la amistad de las personas del IAC, en especial la de Cristina Llorens que, además de ser el alma del ciclo "Alimentado lluvias", fue una espléndida anfitriona. Alicante, ciudad a la que me había acercado de manera muy esporádica, y Orihuela, ciudad a la que debo y estoy obligado a volver, han dejado un poso de afectos y gratitud enormes.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario