sábado, 10 de abril de 2010

UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS de JAVIER ASIÁIN

Conocí la poesía de Javier Asiáin a través de sus poemas publicados en la revista Río Arga de Pamplona. Después, con motivo de ser ganador del premio de poesía en castellano del premio "Ciutat de Sant Andreu de la Barca", tuve la oportunidad de conocerle en persona. Desde entonces he tenido la inmensa satisfacción de disfrutar de su poesía y de su amistad. He leído con absoluto entusiasmo sus libros Votos perpetuos (Premio de poesía "León Felipe"), del espléndido Simulador de vuelo (Celya, 2007), de Testamento de la espiga (2008) y Contraanálisis (2009). Javier Asiáin, como poeta, es poliédrico. Me explico: cada libro suyo ofrece una faceta nueva, diferente, de su poesía y su personalidad. Indaga en diferentes aspectos de la personalidad humana, en diferentes facetas que nos llevan del futuro al pasado, de la modernidad al mundo rural, de la búsqueda de nuevos horizontes a la reafirmación de la tierra propia. Cada libro es una apuesta diferente. Cada libro es una nueva aventura. Cada libro suyo es el descubrimiento de un nuevo rasgo de su poesía.
Ayer tuve la enorme suerte de recibir su último libro Unidad de Cuidados Intensivos. Es sin duda, desde el ámbito poético, una radiografía precisa de la sociedad actual, del modo de sentir y de vivir de la generación de hoy. Los títulos de los poemas están todos relacionados con terminología médica utilizada en esta zona tan sofisticada de los hospitales. Y sus poemas, como elementos quirúrgicos, diseccionan el cuerpo, el alma y la palabra, para expresarnos, con rotundidad, sin anestesia, la verdad de todo cuanto en la vida supone y acontece. En su mayoría son poemas breves, directos, como fogonazos de luz. Instantes, los vividos en esas horas de cuidados intensivos, donde el amor, como energía vital, acude a socorrernos. Instantes donde, inevitablemente, la muerte adquiere una presencia tangible. Y todo ello, naturalmente, visto desde una perspéctiva poética, desde un prisma donde la poesía busca curar las heridas al mismo tiempo que introduce un dedo en las llagas. Un libro con una estructura muy original, con una poesía moderna y actual, con una visión de la vida que siempre deja, abierta, una puerta a la esperanza.

LAS VERDADES DE J. GIL DE BIEDMA
(Medicina General)

La vida no iba en serio
No podía ir en serio

Lo único firme
de saber que existo
en cuanto existes
uno lo empieza a comprender más tarde

Y mientras va pasando el tiempo
la verdad -que es agradable-
asoma y asoma
cuando descubro
que el único argumento de esta obra
continúa siendo
envejecer a tu lado

morir trascendido en tus huesos

Javier Asiáin

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